Mae geri (patada de frente): al dar la patada frontal, debemos mantener los hombros
relajados para asegurar un buen equilibrio y un movimiento fluido.
La mano adelantada debe estar delante
hasta haber completado la patada, y después cambiar al adoptar la postura
correcta.
Mantener las caderas cuadradas durante la
ejecución de la patada, haciendo que el pie sobre el que nos sostenemos apunte
hacia adelante.
Mawashi geri (patada circular): la
patada circular es una de las patadas más espectaculares en el karate. Si su
sincronización es perfecta, resulta muy difícil defenderse contra la misma,
puesto que la rotación de las caderas produce una potencia considerable.
No obstante, si esta técnica no se ejecuta
correctamente corremos el riesgo de lesionarnos la rodilla y la parte baja de
la espalda, así como de sufrir torceduras en la ingle.
Estamos también abiertos a los
contraataques del oponente, ya que el equilibrio será vulnerable y la defensa
limitada.
Yoko geri kekomi (patada lateral profunda): esta es una patada muy potente cuando se ejecuta
correctamente. Es más lenta que las patadas laterales y que las circulares, por
lo que se emplea principalmente de modo defensivo para ahogar ataques al
aproximarse.
Hay que hacer intervenir plenamente a las
caderas y al peso del cuerpo en la patada, o de lo contrario podríamos
"rebotar” de nuestro objetivo, perdiendo el equilibrio y el impulso.
Yoko geri Keage (patada lateral rápida (latigazo)): es una patada empleada para distancias cortas contra
aéreas vulnerables del cuerpo, tales como la ingle, las articulaciones de las
rodillas y de los brazos, así como contar las costillas y la garganta.
Se ejecuta con una sacudida curvada y
rápida desde la rodilla. También aquí hay que tener los hombros relajados para
que su ejecución sea efectiva. La cadera debe levantarse y retraerse con
brusquedad al lanzar la pierna hacia delante y hacerla volver. Hay que tener
presente que a cadera se levanta, y que no gira, de otro modo el recorrido de
la patada se alteraría.
Es muy importante asegurarse de que la
rodilla de la pierna que da la patada apunte siempre hacia el objetivo.
Ushiro
geri (patada hacia atrás): esta
es la más potente de las patadas básicas. El pivote de 180 grados y el empuje
hacia atrás de las caderas producirán un fuerte ataque.
No
obstante, mantener el equilibrio es difícil debido al giro y a que la espalda
estará expuesta, haciéndose con ello difícil la defensa.