El karate se
desarrollo en Okinawa bajo influencias chinas e indígenas. Se le conoció
primero como Ryu Kyu Kemp ("Boxeo chino”) y más tarde como Karate Do ("Camino
de la mano vacía”). Es un sistema de lucha basado en el impacto que alcanza su
máxima efectividad en enfrentamiento de distancias medias. Generalmente se basa
en una fuerte acción muscular para desarrollar fuerza y por tanto se considera
"duro”. Un aspecto competitivo se ha desarrollado, con subsecuentes
modificaciones de la técnica.
"Camino de la mano
vacía” es la traducción de los ideogramas japoneses al español. Kara: vacio,
Te: mano, Do: camino.
Su significado se
basa en las interpretaciones que le han asignado sus practicantes. Pero todos
parten de la que el maestro Ginchin Funakoshi introdujo: Como arte marcial que
permite la defensa personal sin utilizar armas, solo el cuerpo humano. Y como
estilo de vida. "De la misma manera que un espejo claro refleja sin
distorsiones, o el tranquilo valle devuelve los sonidos, igualmente un
estudiante de Karate – Do debe liberarse de todo pensamiento egoísta y
perverso, pues solo con una conciencia y mente limpia, podrá el, o ella,
comprender aquello que recibe”, es el vacio interno de egoísmo lo que permite
el desarrollo equilibrado del karateca y el ambiente que lo rodea.
Cuerpo – espíritu
– individuo – sociedad, entendiendo esta dialéctica el Karate – Do exige un
avance equitativo en cada una de sus partes. Cuerpo y espíritu, como elementos
inseparables, implica fortalecer al ser humano en su parte física por medio de
ejercicios que pongan en funcionamiento permanente cada una de sus partes, y en
su mente aprendiendo del desarrollo de las contradicciones que permiten el
perfeccionamiento del carácter. De esta forma cuerpo y espíritu aprenden uno
del otro en la medida en que transforman uno al otro. Así mismo, la sociedad es
modificada por el individuo al mismo tiempo que lo modifica. El karateca debe
entender que el conocimiento que adquiere en el Dojo es para aplicarlo en la
vida, en su ambiente para transformar la realidad y construir un mundo nuevo.
El karate do, más
que un deporte, es una herramienta para entender la realidad, establecer los
objetivos y conducir la vida.